lunes, 25 de marzo de 2013

Plăcintă

Plăcintă, ese gran dulce rumano.


Del latín "placenta", fue un pastel en la antigua Roma y de origen griego. Sin duda, uno de los manjares de la repostería tradicional en Rumanía, que hasta aquí llegó cuando estos territorios estuvieron bajo el Imperio Romano (DACIA). La "plăcintă" es una especie de hojaldre "borracho" y lo puedes encontrar enrrollado o en forma cuadrada. Siempre relleno de chocolate (plăcintă cu ciocolată), queso fresco (plăcintă cu branză) o manzana (plăcintă cu mere).


Desde pastelerías especializadas, podrás hacerte con uno, hasta en pequeños comercios de comida. Al que más acudía yo era a uno que había justo enfrente de la entrada de la estación de metro de Izvor y por muy poco precio (5 Lei/1,30 €) y un pedazo generoso puedes disfrutar de un estupendo paseo por el parque de Izvor, frente al Parlamento. Mi favorito el de manzana y, como siempre: "poftă bună!".

Grabado de un "placintar" (persona que elabora la plăcintă) en Bucarest, año 1880

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