jueves, 19 de diciembre de 2013

Grozăveşti

Llegaba la hora de dedicarle una entrada a la residencia donde viví los nueve meses de mi estancia Erasmus en Bucarest, el campus de Grozăveşti.

                                    
Cartel de Alessia en su cuarto

Fue la primera palabra rumana que tuve que utilizar una vez llegué a Piata Unirii. Una vez me dejó el autobús, que me traía del aeropuerto, un tanto desubicado (ya que Piata Unirii es enorme, todos los edificios son iguales y resultaba tomar algo diferente como referencia) pregunté entre los viandantes por la residencia en la que me iba a alojar. Ninguno me entendía pues la pronunciación es, personalmente para mí,  imposible. Otra cosa que me impactó agradablemente fue la atención de muchas personas al verme perdido, intentando ayudarme (la hospitalidad rumana, de lo mejor). Por otro lado, el metro de Bucarest no es que sea el más complejo del mundo pero como es normal, una vez que llegas a un sitio nuevo hasta que le coges el truco... 


Desde Piata Unirii son tres paradas de metro hasta la de Grozăveşti, es la línea M1 y de color amarillo. Pero hay que estar atentos pues en la misma dirección van dos líneas diferentes que se separan en Eroilor, una estación antes de Grozăveşti. En fin, todo es ubicarse bien y cogerle práctica. Tampoco está tan mal perderse, al fin y al cabo puede ser una bonita manera de conocer la ciudad.


Realmente, ya fui a la residencia sabiendo cómo era. Tenía a Alessia frita pidiéndola que me informara de cómo era, que me aconsejara qué cosas debía de llevar, de fotos... y bueno, la primera impresión no fue la mejor pero tampoco fue un drama. Es más, a los pocos minutos de llegar a mi habitación estaba dando brincos de alegría sobre un colchón desnudo, en una habitación desnuda y en una ciudad en la cual estaba a punto de "estrenar". Todo estaba por empezar y no hay nada, por pequeño o sucio que parezca, ni nadie que haga sombra a lo que se nos venía encima. Éramos libres y unos privilegiados. No estaba dispuesto a desaprovechar una oportunidad así.  

                                    
                                    

Como ya sabéis, me gusta dar todo tipo de detalles e información de interés, por si tú (lector o lectora) eres nuevo estudiante y tienes la oportunidad de ir, o bien vives allí y quieres conocerlo, o qué sé yo, cualquier excusa es buena para conocer un poco más esta ciudad y sus alrededores. Arriba, he sacado unas imágenes de Google Maps de la zona. Grozăveşti no está lejos del mismísimo centro, en metro son tan sólo 10 minutos (desde P. Unirii) y andando no superan los 45 minutos hasta Piata Universitate. 

                                   
Todo es una línea recta, pasando por el edificio de la Ópera Nacional (Opera Naţională), la facultad de Derecho (Facultatea de Drept), Jardín de Cismigiu, etc., vamos, que el paseo merece la pena con el buen tiempo.

En fin, que me lío.

El campus de Grozăveşti forma parte de la Universidad de Bucarest. Existe otro campus de esta universidad, la que está unida a la Facultad de Derecho. 

Nada más salir de la boca del metro de Grozăveşti, lo que me llamó la atención es el entorno del campus. El río Dâmboviţa que lo tiene al lado, un Carrefour enorme como la misma ciudad, una central térmica justo enfrente que parecía a la nuclear de los Simpsons,.. infinidad de detalles que se quedaban en mi retina.. Pero lo que me encantó fue ver la cantidad de gente, y joven, en el campus. La vida, el colorido,.. creo que la sonrisa de estúpido aún me dura. 
Pequeño altar justo en la entrada del campus
(siempre me dejó asombrado)

                                    
Esta zona es fantástica para jóvenes, pues no sólo encuentras este campus de Grozăveşti. Si continuas el curso del río hacia desde donde fluye (Lacul Morii) encontrarás otras residencias como la de "Regie", la Universidad Politécnica, además de discotecas, bibliotecas, etc., como para aburrirte, vaya. 

En total son 6 bloques de edificios que forman este campus, aunque a la entrada justo se hizo el último y más moderno. En el que estuve yo, el "A" es el que más al este está y cada bloque tiene 5 pisos, y en cada piso alberga 80 estudiantes. Prácticamente en el primer piso estábamos todos los Erasmus, aunque otros estarían ubicados en otros bloques pero la mayor parte de la vida entre Erasmus se hacían en nuestro pasillo. El resto de estudiantes eran rumanos y de diferentes parte del país. 

                                     

Entrada de mi bloque y una foto de Gonzalo y Ernesto

El campus estaba realmente bien ubicado y tenía de todo al alcance de la mano. Como dije, desde un Carrefour a pequeñas tiendas de ultramarinos dentro del campus, reprografía, una cantina que daba comidas a buen precio y un bar-restaurante, "Filos" justo en el centro de todos los bloques. Además del entorno, si te gusta hacer deporte no es una mala zona para correr y cerca hay zonas deportivas. Por la noche oscurece un poco y hay zonas alrededor de la manzana que no están bien iluminadas pero ningún problema por si decides echarte unas carreras. 
Otro de los "inconvenientes", si puedo llamarlo así, es la cantidad de perros abandonados que allí duermen. Se alimentan de lo que los cientos de estudiantes tiran o les dan y buscan pues un lugar donde caer dormidos y un poco de cariño. Non son agresivos pero quizás sí viví algún momento un tanto tenso ya que al no haber zonas bien iluminadas se asustaban y se protegían pero poco más. En general no crean problemas, ellos a su rollo, el resto al suyo. Quizás su situación es uno de tantas malas gestiones de la Administración rumana. 



Luna, un encanto de perro



Este campus es una gran opción para vivir un Erasmus, por poco dinero uno dispone de muchas ventajas para vivir con todas las necesidades cubiertas. Sin lujos, pero ¿quién los necesita? El mes que menos tuve que pagar fueron 40 € y lo que más 60 € en pleno invierno debido a la calefacción (lógicamente). Tener internet te costaba 5 € más y la velocidad de la banda ancha era impresionante. 


Quizás el espacio en la habitación (y doble) era algo insuficiente y con una única mesa, una estantería para cada uno, un armario común y un pequeño lavabo. Los baños eran comunes y había, tanto, al inicio como al final de cada planta. Para cerca de 80 estudiantes se disponía de 5 duchas y 5 baños en cada servicio, por lo que en muchas ocasiones era complicado para tantos que éramos pero nunca fue un problema. A todo uno se acostumbra, y todo son experiencias en la vida. Aprendes a vivir con poco y en poco espacio. Sin problemas. 

                                       

                              

Como notas negativas fue el no disponer de cocina o de un espacio para cocinar (por lo que tuvimos que hacernos con pequeñas placas eléctricas para cocinar en el pasillo) ni de una lavadora, para esto último acudíamos a estudiantes rumanos que pasaban toda su etapa universitaria allí y nos hacían el favor (a cambio de un dinero) de lavarnos la ropa. Los rumanos que allí vivían tenían de todo, lógicamente: televisiones, neveras, lavadoras, etc. Al final son sus casas. Para solucionar el no tener nevera disponíamos de unas naturales: las repisas de las ventanas. No podíamos comprar comida y conservarla (carne, leche, pescado, etc.) por lo que comíamos cosas frescas si queríamos el mismo día o el agua, la leche u otros productos se dejaban afuera ya que desde noviembre a abril hacía un frío de narices, lo que te permitía conservar de un modo ecológico lo que quisieras.
Como nota graciosa, decir que entre bloque y bloque apenas separan 50 metros, por lo que de noche es fácil ver lo que los estudiantes de enfrente hacían, a no ser que tuvieran cortinas o papeles que tapasen las ventanas (como la mayoría). No fue la prima vez que me escribían diciendo "Borja, deja de hacer el "air guitar" y bájate de la cama". 



 
Este era el buzón de mi bloque, normalmente llegaban las cartas


Entrada del bloque, donde se publicaban anuncios y el detector magnético de la llave para entrar

                                   
Sin duda, al inicio pensé en mudarme a un piso pero con el paso de los meses se me quitó la idea. Es un lugar auténtico, interesante, siempre rodeado de mucha gente de diversos lugares, imprescindible para practicar idiomas. Que ¿te apetecía charlar con alguien?, bastaba con abrir la puerta y salir. Que ¿querías estar solo? bastaba con no salir. Fácil.


Filos Pub



136

Este es el breve repaso de aquella residencia estudiantil de la cual acabé sin saber pronunciar bien su nombre, "Grozăveşti". Mi segunda casa. 

martes, 19 de noviembre de 2013

Toată lumea din familia noastră

Anoche fuí al cine para ver una de las películas rumanas que había en la cartelera del MUCES (Muestra de Cine Europeo de Segovia), una de esas escasas oportunidades para ver buen y actual cine hecho en el resto de Europa, fuera de estrenos ultra comerciales que deja un enorme vacío las salas y los espectadores que buscan otro tipo de cine, otras realidades.

La película de la cual hablo se llama "Toată lumea din familia noastră" (Todos en nuestra familia). 


Está rodada en 2012 a través de la mano del director Radu Jude y es una cooproducción rumano-holandesa. En poco menos de dos horas de largometraje se entretejen situaciones de lo más dispares, realmente bien hiladas y que esas casi dos horas parecen 20 minutos. 

La película trata, sin desvelaros mucho, de la situación de un hombre divorciado, Marius (Şerban Pavlu) que se dispone a disfrutar, de los pocos días que dispone al año, de su hija Sofia (Sofia Nicolaescu) para ir a la playa. Todo se estropea cuando al recoger a la pequeña, Marius se encuentra con que el nuevo novio de su ex mujer y la abuela fuerzan para que no se la lleve poniendo como excusa una ligera fiebre de la pequeña Sofia. Se entremezcla con cierto humor, tristeza y drama las relaciones de una familia separada, ambas partes por disfrutar de Sofia pero que se va desarrollando en complicaciones. 

Hasta aquí os escribo, os recomiendo muchísimo ir a algún cine a verla. A parte de que salen las calles de mi querida Bucarest, la historia mantiene un hilo de tensión y muy bien llevado hasta el final. 

En 2012 ganó el premio a la Mejor Película en el Festival de Sarajevo. 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Hanul Manuc II

¿Recordáis aquella entrada en el blog sobre Hanul Manuc? He dado con esta fantástica foto, así aprovechamos y recordamos uno de los mejores lugares de Bucarest al cual no podéis faltar si pasáis por la capital.

Desconozco la autoría del autor o autora

martes, 29 de octubre de 2013

Ciosu, Constantin

Hoy hablamos de DIBUJO, con mayúsculas. Hoy hablamos de la figura de Constantin Ciosu


Constantin Ciosu nació el 29 de septiembre de 1938 en Moineşti, Rumanía. Sus primeros pasos fueron en el periódico local para después comenzar a publicar regularmente en la revista humorística "Urzica", la única revista satírica publicada en Rumanía durante el periodo comunista. Se graduó en la Universidad de Bellas Artes de Cluj-Napoca en 1964. Sus obras se han exhibido en todos los Salones Nacionales desde 1968 hasta la actualidad. Se le editaba una caricatura diaria en los periódicos locales (1995-2010), y su dibujo se incluye en la mayoría de las revistas culturales rumanas. Ha ganado 43 premios nacionales. 

                                                 

Podría hablar y enumerar uno y cada uno de los Salones de Dibujo internacionales en los que ha participado Ciosu, además de las revistas que contaron con su trabajo y participación, pero es algo que si buscáis por Internet encontraréis sin problema alguno. Su obra, sin embargo, se reparte entre colecciones privadas en Bélgica y Suiza, además del Museo de la Historieta de Basilea (Suiza). 

Me gusta. Me gusta y mucho todo cuanto transmite. Todo cuanto pone en tela de juicio a través de sus líneas, sus curvas, sus colores, sus formas. Me parece un buen ejemplo de dibujo crítico, que incita a la reflexión de los problemas actuales. Que incita a ver más allá. Es alguien que te hace eso que a veces es tan necesario: PENSAR.

A día de hoy es el editor caricaturista de la publicación médica semanal «Viata Medicală». Allí lo podéis seguir.



Actualmente vive y trabaja en Bacau (Rumanía).

jueves, 3 de octubre de 2013

Poesía en el Metro

"Atentie, se inchid usile...
("Atención, las puertas se están cerrando..)


..dar pana la statia urmatoare aveti timp sa cititi o poezie".
(..pero hasta la siguiente estación tenéis tiempo para leer un poema").

El anuncio del metro clásico fue adaptado en estos días para invitar a todos los pasajeros a leer los poemas de tantos y diversos poetas rumanos. Se han escrito decenas de miles (cerca de 260.000) de poemas en papel que se han colocado en las paredes de un vagón del metro. No importa cómo se precipitó sería cerca de 700 mil personas que van bajo tierra cada día, estará encantado de leer un poema a su destino.



Los viajeros están siendo testigos de una iniciativa sin precedentes para promover la poesía rumana contemporánea. Encantado, se llevaron a casa algunas letras pegadas en todas partes de automóviles, otros han planteado y los enviaron a los amigos. Este metro especial realizará la ruta Berceni - Pipera el miércoles y el jueves.


En la presentación de la iniciativa se invitaron al poeta Emil Brumaru (el hombre de pelo blanco), cuyos poemas se encontraban en el vagón del metro) y  Adi Despot, vocalista del grupo Vita de Vie.

No es la primera vez que se realiza algo del género, ya el año pasado el grupo Voltaj realizó un concierto en el mismo tren del metro. 

Aquí otro video de la iniciativa.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Roşia Montană

Roşia Montană (siendo Verespatak en húngaro o en alemán Goldbach) es una localidad minera de los Montes Apuseni, situada en el distrito de Alba en Transilvania, al suroeste de Cluj-Napoca. 


Este pequeño enclave es conocido por conservar un conjunto de ruinas romanas (Alburnus Maior como se conocía desde el año 131 d.C.), buenos ejemplos de arquitectura barroca del siglo XVIII y un Museo de la Minería. Y es que en las tripas de Roşia Montană se halla uno de los yacimientos de oro más importantes de Europa.



Pero Roşia Montană se ha hecho el centro de la opinión pública rumana por otro motivo. Desde el 1 de septiembre, varios núcleos importantes como Bucarest, Cluj-Napoca, Brașov, Alba Iulia, Iași, Craiova, Timișoara, Sibiu, Târgu Mureș, Suceava, Buzău, Constanța o Câmpeni están recogiendo cada día centenares de protestas. ¿Qué sucede en Rumanía, qué ocurre con Roşia Montană? 

El pasado 27 de agosto, el Gobierno rumano aprobó una ley por la cual la empresa Roşia Montană Gold Corporation (en manos de la compañía Gabriel Resources) tiene el permiso para la extracción del oro en este punto, en el cual se abrirán cuatro grandes explotaciones a cielo abierto. El Gobierno posee en esta empresa el 20 % de las participaciones. 

Salva/Defiende Roşia Montană. Logo de las protestas. 

Desde el día 1 de septiembre empezaron las primeras movilizaciones en diversas ciudades rumanas, que día a día empezaron a crecer en número de personas. Desde entonces, cada día, no han cesado las protestas ni las manifestaciones. Además, este proyecto implicaría, además de la aniquilación de unas montañas de gran valor, el desplazamiento de más de 2000 personas, el desmantelamiento de tres aldeas, y pondría en peligro un patrimonio histórico-cultural que supone un ejemplo único a nivel mundial de galerías mineras de época romana. Gold Corporation pretende extraer 300 toneladas de oro y casi 1.600 de plata en 17 años pero para ello emplearía 12.000 toneladas de cianuro por año y se producirían 13 millones de toneladas anuales de residuos. La empresa ha desplegado su proyecto para ser consultado. 

Manifestación en Bucarest

Aunque el malestar comenzó por esta causa ambiental, ha ido creciendo debido a la actitud nada dialogante del Gobierno (y al apagón informativo). Primero se unieron los opositores al fracking y, en cuestión de un mes, el movimiento ha pasado a cuestionar el modelo de desarrollo económico, la forma de legislar y la democracia en sí misma. En él confluyen estudiantes, trabajadoras, ecologistas, feministas, anarquistas, conservadoras, etc.,es decir todas aquellas personas que rechazan una democracia en la que no existe una real participación de la ciudadanía.

Ejemplo de mina abierta en Roșia Poieni

Cortometraje del director Florin Cofar. 
En él se observa el desastre sobre el pueblo rumano de Geamana, 
víctima de la mina a cielo abierto de Roșia Poieni,
que quedó sepultado tras el escape de cobre.

El Gobierno habilita de un plumazo lo que la corporación no pudo conseguir en 14 años de gestiones, y pese a que la operación ha sido desaconsejada por el organismo científico más importante del país, la Academia Rumana de Ciencias, que pidió su retirada porque los costes ambientales y sociales superarían los beneficios económicos. Sobre el proyecto pesa, además, el fantasma del desastre ocurrido en la mina de oro de Baia Mare, también en Rumanía, una catástrofe ambiental sin precedentes en Europa que afectó gravemente a los ríos Titza y Danubio y dejó temporalmente sin suministro de agua potable a dos millones y medio de personas.





¿Pero, es el único ejemplo en donde se usaría cianuro en este tipo de actividades mineras en Rumanía? Existe otro yacimiento, el de Certeju de Sus, en la provincia de Huneadoara (encabezada por la empresa European Goldfields y  con la colaboracion de mil millones de euros del  emirato de Qatar), en donde se ha dado luz verde al comienzo de las extracciones. 

Por otro lado, la población y los mineros de la región de Alba se ven en una situación bastante delicada, de un nivel alto de pobreza y que esperaban este proyecto como una salida a sus problemas y de un posible progreso en la zona. Pero ¿se debe permitir un proyecto así a cualquier precio? Quizás las protestas vayan bien encaminadas pero tampoco dejemos de lado y luchemos por el presente y futuro de estos trabajadores también. 

Una de las protestas se centró en rodear todo el Palacio del Parlamento rumano.

Fuentes:

-Mediafax Zoom (Imágenes recogidas desde el inicio de las protestas en diversas ciudades rumanas, de la cual he tomado algunas).

viernes, 26 de julio de 2013

R.E.I. - Estación Pirenáica en Bucarest

Era sencillo, a la vez que peligroso. Era encender el transistor y escuchar:


“Si nuestra labor ha servido en algo para la
reconquista de la democracia, damos por bien empleado el esfuerzo”. 

Así, con irreprimible tristeza, se despidió de sus oyentes Ramón Mendezona, alias Pedro Aldamiz, el último director de Radio España Independiente, popularmente conocida como La Pirenaica. Fue el 14 de julio de 1977 en Madrid mientras se celebraban Cortes Constituyentes.

Radio España Independiente (REI) nació al inicio de la posguerra española, de la mano del Partido Comunista de España en el marco de la creación de emisoras de radio por parte de diversos partidos comunistas de Europa durante la Segunda Guerra Mundial, como un elemento más de la lucha contra el fascismo y por la defensa de sus ideas y principios. Sus ondas se expandieron por primera vez el 22 de julio de 1941, desde Moscú (después en Bucarest) a España y totalmente en castellano. A pesar de la lejanía física de la emisora, sus responsables crearon la leyenda de que se emitía desde algún punto indeterminado de los Pirineos. De esa forma trataban de alimentar la idea de que dentro de las fronteras seguía encendida la llama de la resistencia a la dictadura, dando también la sensación de cercanía a todos aquellos que abandonaron España en busca del exilio. La Pirenaica quedó convertida en la voz del antifranquismo. Aquella emisora sirvió, entre otras cuestiones, para decirles a quienes combatían en el interior que no estaban solos en la lucha que mantenían “cara a cara” contra la dictadura franquista, y para explicarles a quienes no combatían que había gente que sí lo hacía, recordándoles en todo momento que hubo un pueblo llamado España que había sido libre, siendo necesario integrarse en la lucha para arrancar aquella libertad que habían secuestrado los fascistas.

Estudio de la emisora en Bucarest

En aquellos años, en el resto de Europa se desarrollaba la II Guerra Mundial. Moscú se convirtió en el núcleo mayoritario de la lucha antifascista y creó una red de emisoras propagandísticas dirigidas a diferentes países. Dolores Ibárruri, La Pasionaria, fue la encargada de poner en marcha la emisora española. El personal nunca excedió de doce personas y fue reclutado entre los exiliados comunistas en la capital soviética. Todos trabajaban bajo pseudónimo, por miedo a que sus familias en España pudiesen sufrir algún tipo de represalia. Pero los mayores riesgos los corrieron los corresponsales dentro del país, ya que cooperar con La Pirenaica o escucharla se consideraba delito.

Además, miles de personas anónimas colaboraban enviando por correo sus crónicas. Actualmente, los archivos del PCE conservan unas 20.000 cartas enviadas con remites falsos. En ellas se habla de la Universidad, de los mineros asturianos, de la cárcel de Burgos, de la corrupción, de Palomares, etc.

Radio Pirenaica se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para el régimen y Franco autorizó el mantenimiento del Servicio de Interferencia Radiada (SIR), una red de estaciones de interferencia controlada por el almirante Carrero Blanco para dificultar que la señal llegase a los receptores. El dinero y el apoyo tecnológico llegaron desde EEUU. La REI permanecía en alerta y contraatacaba con emisiones volantes desde Bulgaria o Hungría, subiendo la potencia o cambiando frecuencias. A pesar de los pitidos, zumbidos y ruidos de fondo, La Pirenaica se convirtió durante años en el referente de la resistencia antifranquista.
Muchos sintonizaban por convicción –otros por curiosidad– para escuchar, tras la melodía de Suspiros de España, su saludo diario al oyente, que ha quedado grabado en la memoria de la generación de posguerra: “Aquí Radio España Independiente, estación pirenaica, la única emisora española sin censura de Franco”. Era una de las pocas maneras de respirar un moderado aire de libertad.

Ramón Vila cumpliendo el servicio militar en el año 1944, cuya misión era operar en este trasmisor JEMMIG (interferencia proposital) colocado en la Estación Pirenaica (Radio España Independiente) vinculada al Partido Comunista de España. En la foto que nos envía su amigo Sergio Doria

El 5 de enero de 1955 se decidió su traslado desde Moscú a Bucarest, con el fin de, primero, desorientar sobre el lugar de su ubicacion, que tardo en localizarse y, segundo, para desvincular la emisora en plena guerra fria del bando sovietico. Los republicanos españoles no querian verse zarandeados por intereses diversos de la guerra fria, querian tener su propia voz, y por eso se busco un lugar mas cercano a España y fuera de la Union Sovietica. Parece que el alojamiento, manutención, y los salarios corrieron de parte del Estado Socialista rumano, que no se inmiscuia en la politica de dicha emisora. Rumania y sus dirigentes se portaron muy bien con el exilio español y le ofrecieron todas las facilidades para desarrollar su labor de informacion libre e independiente, frente a la terrible censura franquista.

Durante algún tiempo la ubicacion en Bucarest permaneció siendo un secreto bien guardado. Pero, como era inevitable, acabó descubriéndose, y a principios de los años 60 , para pagar con la misma moneda, desde Madrid se emitió un servicio informativo en rumano. Pero ni en esto ni las constantes intentos de distorsionar la recepcion de la emision tuvieron exito los genocidas españoles del interior.

Hombres y mujeres como Jordi Solé Tura, Esther Berenguer, Marcel Plans, Emili Viiaseca o José Antonio Uribe, entre otros, hicieron posible aquel milagro de “LA PIRENAICA”, que Franco combatió desde el principio para que fuera neutralizada aquella voz de los Aragón, Bernardo Avila, Felix Madroño, Mikel Antia, Teresita, Esperanza o Santi (nombres de guerra), pensando que las emisiones salían realmente de los Pirinéos franceses, enterándose 25 años después que que “LA PIRENAICA” emitía desde Bucarest, gracias a un informe de los servicios de inteligencia de los Estados Unidos.

En Radio España Independiente de Bucarest participaron reconocidos exiliados españoles, como Andres Sorel, Antonio Ferres, o Dolores Ibarruri o Solé Tura. También colaboraron muchos otros españoles que participaron en su mantenimiento y en su difusion desde el anonimato. Pedro Aldámiz, pseudónimo de Ramón Mendozana, fue su director durante sus veinte ultimos años, es decir, durante casi todo el tiempo que la radio estuvo ubicada en Bucarest.

Aquella emisora era tan sumamente clandestina que, debido a la cantidad de espias merodeando de continuo por aquellos paises del “telón de acero”, sus trabajadores no sabían la dirección donde estaban ubicados los estudios en aquel edificio de la burguesía, perteneciente al siglo XIX, adonde eran trasladados diariamente por los coches oficiales y custodiados permanentemente por la SECURITATE rumana, dándose el caso de que ni siquiera les era permitido sintonizar con la emisora en sus propias casas de Bucarest.

Existe un documental realizado por TVE que analiza el papel histórico de La Pirenaica a través de sus protagonistas y de historiadores expertos. Totalmente recomendado.

Tarjeta de encuentro de la Pirenaica. 
Es un fotomontaje realizado por José Renau de un dibujo por la Paz de Picasso.