martes, 24 de febrero de 2015

La Vieja Bucarest, Primera Parte

Llevo tiempo escribiendo y pensando cómo enfocar una posible ruta para conocer la "Vieja Bucarest", lo que queda de lo que fue la primitiva ciudad. La primera vez que se menciona Bucarest se documenta en el 1459 pero no sería hasta 1862 cuando se convierta en la capital de Rumanía. Como consecuencia se llevará a cabo un gran desarrollo en los ámbitos de la comunicación, la cultura y la economía. 

¿Qué nos encontraremos en esta ruta por lo que fue la "Vieja Bucarest"? De aquella medieval "ciudadela de Bucarest" como se documentó queda prácticamente un recinto arqueológico de lo que fue la Residencia del príncipe de Valaquia Vlad III el Empalador (el Drácula que convertirá la leyenda). Además, muy particular, es encontrar una ecléctica arquitectura (mezcla estilos neoclásico, de entreguerras -Bauhaus y Art Deco-, comunista y moderno). En el periodo de entreguerras, la arquitectura de la ciudad y la sofisticación de sus élites le valieron a Bucarest el apodo de "Pequeña París" (Micul Paris). Pese a que muchos edificios y distritos del centro fueron dañados o destruidos por la guerra, terremotos y el programa de sistematización de Nicolae Ceaușescu, la mayoría permanecieron en pie. Al ser un recorrido muy extenso, y yo que siempre disfruto desmenuzándolo todo, he decidido dividir la ruta de la "Vieja Bucarest" en 3 partes. 


Por lo tanto, como punto de inicio no podría ser menos que lo que es considerado hoy en día el centro, "Piata Unirii" (Plaza de la Unidad), y empezar sin anestesia con el impacto de la colosal arquitectura comunista que gobierna esta gran plaza y que fue parte del proyecto del complejo de Palacio del Parlamento (Casa Poporului). Desde allí nos dirigimos al norte, hacia nuestro segunda parada en donde tendremos en el mismo punto 3 monumentos importantes: "Curtea Veche" o "Antigua Corte", "Biserica Sfântul Anton" y "Hanul Manuc". Difícil perderse pero por si acaso esto lo encontraréis en "Strada Franceză, 25" del callejero. 

Detalle de Piata Unirii

Dentro del recinto arqueológico de "Curtea Veche" encontramos los restos del Palacio Principesco y la Iglesia de la Corte Principesca (llamada "Biserica Sfântul Anton" o Iglesia de la Anunciación). Este espacio quedó muy dañado en el siglo XVIII tras un incendio y un terremoto (y gran parte de la ciudad) y se optó por construir una nueva corte real. La última vez que entré a visitar el conjunto arqueológico fue en mayo de 2011 y desconozco si desde entonces ha cambiado mucho pero recuerdo (y siendo arqueólogo) que el modo en cómo lo tenían expuesto para ser visitable dejaba bastante que desear, apenas paneles que documentaran los restos arqueológicos y que impiden que se llegue a comprender qué fue este palacio y su contexto. Aún así es muy interesante y merece la pena una visita


General del conjunto arqueológico y detalle de un busto de Vlad Tepes el Empalador

Después acercaros a visitar la "Biserica Sfântul Anton" o la Iglesia de la Corte Principesca Antigua. Si nunca habéis entrado o no conocéis cómo son las iglesias ortodoxas rumanas es una oportunidad única para ver ejemplos fantásticos. A mí me impactaron muchísimo la primera vez por esa oscuridad que te incita a la reflexión, esa decoración tan llamativa en sus interiores y exteriores de ladrillo visto propio de influencia oriental/bizantina, y que no destacan por ser templos relativamente grandes. 


"Biserica Sfântul Anton" o Iglesia de la Corte Principesca 

De frente a la iglesia encontraréis la entrada principal de "Hanul Manuc" del que ya hablé largo y tendido en este blog, así que os remito a la entrada. Si la puerta está cerrada podréis acceder a ver el patio interior a través de las cafeterías y restaurantes que hay en la otra cara del edificio y que dan a "Piata Unirii". 
Hanul Manuc

Una vez visitados estos puntos nos dirigiremos hacia la "Strada Stavropoleos" donde tendremos los siguientes nuevos 3 puntos importantes a visitar y donde finalizaremos esta primera parte del recorrido por la Vieja Bucarest. Pero antes, no quiere decir que porque destaque estos puntos turísticos del centro no existan otros. Bucarest es perderte por sus calles, sin guías, y dejar que al torcer una esquina sus sorpresas te hagan caerte de espaldas. Si esta ciudad tiene algo que me enamoró es lo salvaje de su espíritu y las continuas sorpresas que te esperan continuamente. 


Si no tenéis mucho tiempo seguid hasta "Strada Stavropoleos" directamente. Si tenéis algo más de tiempo para deteneros os aconsejo 2 paradas en esta zona. Cojamos la calle posterior a la "Biserica Sfântul Anton", la "Strada Covaci", donde apenas coger la calle encontraréis el "Cafeneaua Veche" (Antiguo Café) haciendo esquina (lugar protegido por la UNESCO). Bucarest está cambiando muchísimo a un ritmo frenético, modernizándose y quizás dentro de unos años esté tan "operada" que ya no quede mucho de su antigua estética. Este café, el más antiguo de Bucarest ahora restaurado, del año 1812 mantiene el aire arquitectónico del siglo XIX. En la larga historia del café sus paredes fueron testigos del paso de destacadas figuras de la élite intelectual rumana como fue Mihai Eminescu, el poeta más importante. cuando trabajaba como editor del periódico "Tempul" (Tiempo) que estaba en un edificio contiguo durante los años 1880-1881.


A lo largo de esta calle (Covaci) encontraréis a cada lado muchos restaurantes, cafeterías, negocios varios y bares para una cerveza por la noche. Por ejemplo el bar "1974" del que hablé una vez y para una buena cerveza, buena música rock/punk y amigos es el lugar perfecto. Antes de dejar "Covaci" hay una pequeña calle ("Strada Soarelui" / Calle del Sol) en dirección a Strada Selari. Asomaros, a ver qué véis. 
Ya en Selari, y si el estómago ya resuena, es un buen momentos para un alto en el camino y visitar "Curtea Berarilor" (Corte de los Cerveceros), un restaurante que fue hace siglos la "Curtea Sticlaritor" (Corte de los Vidreros). Entrad en el restaurante, aunque no tengáis hambre, sólo para verlo por dentro y legar hasta el patio interno. La cubiertas de vidrio de colores es lo que habréis visto si antes os animásteis a entrar por la calle "Soarelui". Y ya podemos dirigirnos hacia "Strada Stavropoleos". 


Y aquí lo dejamos por hoy, seguimos en la próxima entrega. Me encanta dejaros con la intriga. 

P.d. Hace mucho que no voy a Bucarest y todo cuanto escribo se basa a mi experiencia vivida en 2011. Si alguna lectora, algún lector ha vivido o sigue viviendo en Bucarest y tiene información para actualizarla, sería genial.