Lo recuerdo bien, fue una noche lluviosa y aquella calle de Lipscani estaba en obras y era una locura caminar por ella.
-"O entramos en este bar o nos come el barro" (creo que antes de terminar la frase estábamos abriendo la puerta).
-"Entramos, entramos".
Esta es la entrada del bar, la foto no es mía ya que quien la ha hecho ha puesto una
"marca de agua" de la web a la que pertenece. Es un secreto...
Era pequeño, con dos plantas y con lugares para reunirse y charlar, si el volúmen de la música te dejaba, claro. Creo que los camareros no pillaron la táctica de que si quieres que la gente se vaya y cerrar el bar es mejor apagar la música e ir apagando la luz poco a poco, no subirla y menos aún con música de los Sex Pistols, The Clash, etc. Para algunos estos grupos, bien es cierto, que son perfectos para salir corriendo pero no para los que estábamos allí en ese momento.
Sí, era uno de los pocos bares con música punk, surf, rockabilly, rock, etc., que puedes encontrarte en Bucarest, con pegatinas de contenido crítico-social, alguna "A" de Anarquía, carteles de conciertos, etc. Y era el lugar donde encontrarte a gente de estética punk, muy poco común en Bucarest. Otro lugar genial de este estilo era el "Underworld" en donde en la planta inferior hacían conciertos de rock, hardcore, rock con influencias de la música gitana, conciertos folk, etc.
Creo recordar que lo conocí en mayo y rara era la semana que no pisábamos aquel garito.
Foto de Danilo y de mí desde la parte superior
Dije más arriba que en este bar había muchos carteles de conciertos y si te gusta investigar en los sitios nuevos a los que vas puedes encontrarte cositas como ésta:
Sí amigas y amigos, lo véis bien: Don Manolo Kabezabolo
Claudia, una compañera de la universidad y buen amiga, me envió estas fotos. Un cielo de chica.
Claudia señalando el cartel
Punk's not dead.
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