domingo, 31 de octubre de 2010

Días de perros

Hay muchas cosas que le chocan a uno cuando visita por primera vez Bucarest. Quizás la primera impresión es un poco negativa: es una ciudad muy vieja, muchos de los edificios del centro están abandonados y deteriorados, etc., y otra cosa es la cantidad de perros abandonados que viven en la calle como pueden.

Por el centro se ven menos pero cuando vas saliendo hacia las afueras se hacen más presentes, en la zona donde vivo, Grozavesti, hay muchísimos de ellos. Dan mucha pena en las condiciones en las que están y no sé qué será de ellos cuando llegue el mal tiempo. Todos ellos están identificados y una vez al día se les da de comer, tengo entendido.

Según me han contado ciertas personas, además de lo que he leído en la red, el problema tiene su origen en una medida que tomó el régimen de Ceausescu al derribar gran parte de las casas del centro. Muchos de esos perros quedaron abandonados y la naturaleza continuó su camino, los animales se fueron reproducciendo hasta llenar la ciudad.

Además, salta a la vista, que no es común ver a gente paseando a perros por la calle, quizás no haya cultura de tener mascotas en casa, aunque tener un pequeño animal en casa supone muchos gastos y será por eso por lo que mucha gente no se lo pueda permitir. Hablo desde la ignorancia, pero desconozco si Bucarest dispone de un sistema de recogida y cuidado de estos perros abandonados. Sería la mejor solución.

Desde que llegué, he oído que hay a menudo problemas con ellos. En el campus han mordido a dos chicas, sobre todo por la noche hay un grupillo de ellos que se suelen encarar a las personas. No tienen buen aspecto, por lo que tendrán enfermedades y problemas de higiene considerables.

Hace dos días, mientras esperaba a José (un colega zaragozano), se me aparecieron esta adorable camada de perros. Muy simpáticos. Sólo espero que alguien encuentre la mejor solución para ellos.

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