Todo puede cambiar, o podemos hacer que cambie, el día 1 de enero pero no queremos que empiecen a cambiar hoy. Es el poder del 1 de enero, dicen. En poco más de 12 horas estaremos en el año 2011, poco o nada habrá cambiado desde las 23:59 antes de estrenar nuevo año. Año que no suena mal.
Muchos se afanan en pensar en el tiempo que se va, pocos lo hacen en aprovechar cada momento que pasa y que no volverá. La vida no es el tiempo que pasa, es lo que hacemos cada uno de nosotros con él, lo que hacemos para escribir nuestra historia en este complejo libro. Los típicos tópicos que estos días nos inundan (Feliz Navidad, Felices Fiestas, "y esas cosas que se suelen decir en estas fechas"), de bonitos deseos pero que el resto del año parece carecer de importancia o los buenos deseos nos los guardamos.
Empecemos HOY, AHORA, a disfrutar cada momento. MAÑANA es eso: mañana. Habremos perdido 24 horas de sonrisas, miradas, gestos, palabras, etc.
Para la última entrada del año no podía ser menos que pusiera una canción. Un grupo que me ha marcado mucho durante los últimos años y que aún descubro cosas nuevas. "Que no se me escape nada", canción del grupo de rock bilbaíno Doctor Deseo, ilustra perfectamente lo que escribí antes. "Que no se me escape nada, que no pierda un segundo aunque éste sea triste".
Dejaros llevar por la música, por la letra y atentos al video. Es sorprendente Francis, el vocalista, cómo escala el teatro y a 20 metros canta ante cientos de personas. No os escribiré la letra, sólo una frase que resume todo esto:
Podría haber escrito únicamente esta frase pero, ya sabéis, uno se pone ñoño en días como hoy.
Hasta luego.